viernes, 4 de marzo de 2011

Burócratas: Héctor Ponce y Guillermo Pereyra

Progubernamentales, propatronales, patoteros, mafiosos, maniobreros y cínicos, son algunos de los calificativos que muy bien les caben a estos dos groseros burócratas que, en esta edición, presentamos

Héctor Ponce
Héctor Luis Ponce, “Etín”, es secretario nacional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), sindicato con más de 20.000 afiliados. Ganó la titularidad del gremio en 2002, desplazando al bonaerense Troncoso, y seguirá al frente hasta 2014. Alineado fuertemente con Moyano y el gobierno kirchnerista, es, por eso, un gendarme de las patronales y opuesto a los trabajadores.
En 2006, se alió con Taselli en Parmalat y avaló su vaciamiento y quiebra, el pago en cuotas, los retiros voluntarios, las suspensiones, los despidos, y más: boicoteó asambleas y luchas y transó la paz social. Ya en 2007, en connivencia con La Serenísima, les negó el encuadramiento sindical a los repositores, firmando un acuerdo a la baja. Y en 2009, permitió el vaciamiento y cierre de Cotar, una marca de SanCor, dejando indefensos a los obreros y atacándolos abiertamente. Él mismo aclara el rol que desempeña: “Cada vez que existió un conflicto entre la producción primaria, las industrias y el estado argentino (…), nosotros hemos hecho los esfuerzos necesarios para acercar esas posturas…”. “Siempre buscamos discutir (…) teniendo en cuenta las necesidades y expectativas de los trabajadores, pero también teniendo en cuenta las necesidades y expectativas de las usinas lácteas, habida cuenta que siempre nos hemos constituido en celosos guardianes de nuestras fuentes de trabajo (…), no somos ‘anti’ empresas”.
Patotero, en 2008 una fuerza de choque coló SanCor y golpeó a los delegados. A los días, ATILRA Rosario hizo un acto en repudio. Gracias a la policía de Binner, que dio paso, Ponce en persona, al frente de su patota, atacó a los manifestantes, dejando apaleados, heridos de bala y un muerto. A las semanas intervino la seccional, la dividió, con la anuencia del ministerio de trabajo hizo falaces elecciones con padrones armados a conveniencia, y ganó. Así, la triple alianza antiobrera, junto a las fuerzas represivas, se combinó contra los obreros.
No hay dudas: Ponce está enfrentado a la clase trabajadora.


Guillermo PereyraGuillermo “Caballo” Pereyra es el eterno cacique del Sindicato Petroleros, regional Río Negro, Neuquén y La Pampa. En 2008, al no poder ganar la Federación Petrolera, rompió con ella para armar su propia obra social, OSPEPRI, y recaudar sin intermediarios. Siempre rodeado de funcionarios, a quienes llama “amigos”, tiene bancada propia en la legislatura provincial dentro del Movimiento Popular Neuquino, a la vez que apoya a Kirchner: “Nosotros nos hemos alineado con el PJ, de esto no cabe la menor duda”, confiesa.
Pereyra es un activista de las multinacionales: “Las empresas están empeñadas en invertir pero tiene que haber reglas claras.”. En 2006, militó la Ley de Hidrocarburos sancionada por el kirchnerismo, de fuertes subsidios y exenciones impositivas. En 2007, defendía a los patrones de Repsol, planteando que no eran ‘demonios incumplidores’. En 2008, apoyó las renegociaciones de contratos con las privatizadas. Y, más de una vez, hizo medidas para que subiera el valor de los hidrocarburos, así hacían caja compañías y ‘amigos’ gobernadores.
Incontables son las veces que Pereyra carnereó luchas y atacó petroleros. En 2009, tras levantar medidas, literalmente ‘entre gallos y medianoche’, decía: “A las 2 me llamó la presidenta para pedirme por favor que levantáramos la medida.”. En 2007, boicoteó la huelga de los obreros de Pride, y amenazó con aplicar la mayor severidad “para expulsar a estos verdaderos apóstoles de la violencia y enemigos de las filas de nuestro sindicato.” Es, además, un maniobrero descarado: “Los acuerdos llegan fuera de la mesa de negociación, con llamados telefónicos, salidas a comer algo con los que tienen poder de decisión. Hablar por fuera de la mesa para luego, con todo acordado o semi acordado, ir a la reunión. Si no es perder el tiempo. Nos conocemos hasta las mañas.”.
Pereyra, el burócrata que califica de ‘¡Fantásticas!’ las negociaciones con las petroleras imperialistas, es un enemigo de los petroleros y de toda la clase obrera.

Fuente: "Desfile de burocratas". El revolucionario Nº 57 (05/10)

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