sábado, 30 de julio de 2011

Si evita viviera

Por Julio Raffo

Si Evita viviera...
…estaría indignada por la mortalidad y desnutrición infantil persistente en un país que produce alimentos para decenas de millones de personas, lo convierte en dinero y lo reparte sin importarle esa desnutrición y esas muertes.
…estaría indignada por la exhibición impúdica del inexplicable enriquecimiento personal del ex presidente Kirchner, su esposa, sus secretarios y muchos de sus funcionarios.
…estaría indignada por la persistente “pobreza estructural” que Cristina descubrió en Tartagal y cuya gente aún sigue abandonada por los gobiernos nacional y provincial ”a la buena de Dios”.
…estaría indignada por la existencia de “niños de la calle” en nuestro país y nuestra Ciudad, niños sin casa, sin escuela, sin salud y sin alimentación digna ,mientras que “la política” sigue indiferente ante ese padecimiento.
…estaría indignada por el maltrato a las poblaciones indígenas que aún siguen reclamando tierras donde sobrevivir  y protección contra una lógica empresarial y productiva que los arrincona y destruye como comunidad.
…estaría indignada por la destrucción del medio ambiente en aras de los negocios mineros en manos de multinacionales y la emblemática Barrick Gold.
…estaría indignada por ver que nada se ha hecho para recuperar los ferrocarriles, el gas, el petróleo, la electricidad, las comunicaciones y el resto del patrimonio que los argentinos hicimos nuestro a lo largo de generaciones y fue enajenado por un gobierno que se proclamaba peronista y continúa enajenado bajo otro gobierno que también usurpa ese nombre y esa historia.
…estaría indignada por la promiscuidad política que presenta en el mismo espacio a Cristina, Menem, Saadi, Gioja, Scioli, y muchos otros compinches más amparados con una coartada “progresista”.
…estaría indignada por la existencia de casi 50 % de los trabajadores “en negro”, esto es trabajo precarizado sin obra social, sin jubilación y sin actualización salarial mediante las paritarias.
…estaría indignada por la instrumentalización política de la pobreza.
Por ello Evita VIVE en todos aquellos que sienten esa misma indignación y actúan para que los hechos que la generan se terminen de una vez. Esa acción, y no huecas palabras de circunstancia, es el mejor homenaje que podemos hacerle y el único que ella aceptaría.

viernes, 22 de julio de 2011

De la vitalidad de Proyecto Sur



Fernando Solanas en la noche del 10 de julio

Ni el inmenso peso de las maquinarias propagandísticas oficiales, ni la sucesión de errores propios (que dan para todo un documento autocrítico), pudieron hacer que Pino Solanas y Proyecto Sur dejen de ser una amenaza para el régimen político dominante en la Argentina luego de las últimas elecciones en la Ciudad. El acierto de dar el combate principal en la Capital Federal, a pesar de la compresible disconformidad de una buena parte de la dirigencia y la militancia del resto del país, queda demostrado a la luz de los resultados electorales.

En la medida que pasan los días y los análisis ganan en profundidad y perspectiva, se hacen más nítidos el tremendo fracaso del FPV y la consolidación de Proyecto Sur como fuerza política alternativa. Ya casi nadie duda de la aspiradora de votos opositores al kirchnerismo en la que se convirtió el PRO, aceptando la insustancialidad ideológica y la transversalidad social que anida en prácticamente la mitad de sus electores (mal que les pese a Fito -que querrá seguir haciendo megaconciertos oficialistas-, el Aníbal y la caterva de sofistas que desfilan por 6-7-8); como tampoco, del crecimiento “muscular” con el que Proyecto Sur afrontó y sorteó una polarización despiadada a partir de la nacionalización de la contienda. Si no, a fijarse con qué número salieron del trance la Coalición Cívica y otras listas o candidatos con buenos antecedentes electorales.

También hay que reconocer que la fenomenal bronca de los K ofrece matices. Están los que chillan porque se les escapó el control de los recursos municipales, los que aprovechan la desventura a la caza de un mejor posicionamiento interno, y los que participan del coro de artistas y comentaristas adulones, cuyo “meditado” lloriqueo contra las capacidades electivas de los porteños no solamente entra en la categoría de la discriminación sino que también es una muestra más de las canalladas e hipocresías a las que nos tienen muy acostumbrados (sería interesante que, ahora, todos los que criticaron la extrapolada frase de Pino sobre la “calidad del voto” en Salta se pararan del mismo modo frente al revanchismo venenoso que destilan por todos los poros los “intelectuales orgánicos” del kirchnerismo).

Pero también están los estrategas en la sombra que, como en el 2007, prefirieron inflar a Macri. En ésta como aquella oportunidad, su apuesta era a que si no son ellos mejor que sea el PRO, para seguir empaquetándonos con el supuesto contrapunto entre la centroderecha y la centroizquierda dentro del esquema de pizarrón que les armó Laclau. Una vez muerto Néstor y revitalizada la figura de Cristina, se lo aplicó con todo en la Capital y si las cosas no salían bien, como finalmente sucedió, queda armado el escenario para la etapa post octubre. Con la presidenta reelecta, como todo parece indicarlo, al que prefieren como principal referente de la oposición es obviamente a Macri. Si no, imaginemos por un instante la incomodidad que sobrevendría al gobierno nacional si Pino hubiera entrado en la segunda vuelta y se hubiera impuesto en ella.

A pesar de todo, ninguno de los dos oficialismos puede dejar de mirar de reojo a Proyecto Sur; porque su intención de barrerlo del escenario político capitalino quedó trunca, y con el 13% de los votos -masivamente propios- está mucho más que en pie. De ahí la última ofensiva que, por su parte y por enésima vez, desata el kirchnerismo sobre las márgenes de la fuerza política que conduce Pino Solanas. Ahora se trata de votarlo a Filmus como mal menor en la segunda vuelta y de incentivar la idea de que Proyecto Sur perdió estrepitosamente en la primera para meterlo en una situación de criticismo interno sin fin. Maniobras como éstas las hemos visto -y sufrido- desde el conflicto del campo y ni qué hablar a partir del segundo semestre del 2009 (una vez que tomaron nota de la peligrosidad de Solanas con motivo del batacazo del 28 de junio).


A qué responde sino el renovado intento de cuestionar el neto perfil opositor de Pino a lo largo de estos años, su encomiable tarea en el Parlamento de sumar voluntades externas al interbloque de Proyecto Sur para darle más volumen a iniciativas legislativas propias y, en definitiva, a invertir su gran capital político en una estrategia de unidad que articule al eje nacional-popular, con segmentos de la izquierda y la socialdemocracia. Política que, aunque parcialmente fallida por la mezquindad del FAP, ha sentado las premisas para la constitución del único bloque contrahegemónico que objetivamente se puede viabilizar conforme las circunstancias históricas que atraviesan nuestro país y la región.

Pero las operaciones K no son las únicas que buscan horadar la roca dura del pinismo, también comienzan a sonar desde adentro los cantos de sirena del basismo, con la excusa del cuestionamiento al personalismo y el culto a la horizontalidad. Refugio habitual, cuando no hipócrita, de un no compromiso estricto con la construcción de poder real, que siempre cuenta como primer enemigo al conservadurismo del calor del hogar, donde mantener en equilibrio los pocos integrantes de la familia que caben en él. A Dios gracias que Proyecto Sur haya dejado de ser testimonial y tenga la posibilidad concreta de incidir fuertemente en la política nacional, fundamentalmente a partir de la trascendencia de Pino Solanas de cara a la opinión pública. Las conducciones estratégicas como ésta tienen ese potencial y valen muy por encima de sus eventuales errores tácticos, como los que pudo haber cometido en la reciente campaña.

De todos modos, ninguna de las “operetas” y contradicciones revistadas van a prosperar en Proyecto Sur. Primero, porque el liderazgo que expresa Pino, reafirmado por casi 230 mil votos en la Ciudad, se mantiene más firme y vigoroso que nunca. Basta con haberlo visto y escuchado el mismo domingo de las elecciones por la noche, como a lo largo de toda esa semana, para comprender que está totalmente dispuesto a enfrentar con creces los desafíos que tenemos por delante. Segundo, porque existe la suficiente militancia en el Movimiento -formada y organizada- para ir dando la carnadura necesaria a una propuesta programática que aspira a convertirse en una alternativa en serio al régimen político dominante. Y tercero, porque los que nos votaron, mucho más comprometidos que en la ocasión anterior, hacen a una base social que de ninguna manera desea que nos confundamos ni nos mezclemos con cualquiera de las variantes gubernamentales, y mucho menos que perdamos el pulso en el plano de la representación político-institucional a mano de distracciones ideologizadas.

En tal sentido, no podemos entretenernos en una disputa ya perimida (la segunda vuelta ya fue) ni malgastar el esfuerzo militante en otra cosa que no sea -en lo inmediato- hacer que la fórmula Argumedo-Cardelli pase con holgura el umbral que impone el corralito electoral K. Qué más puede pretender el kirchnerismo que compremos su batalla perdida y no lleguemos a cumplir nuestro objetivo el próximo 14 de agosto. Así como hemos dado una prueba cabal de la vitalidad y la proyección de nuestra fuerza el 10 de julio, vayamos por este nuevo reto con la convicción de que podemos superarlo ampliamente y jalonar así un nuevo hito en la construcción del proceso de cambio que -sin ningún lugar a dudas- tendrá a Proyecto Sur como protagonista.
Como dijo el Gral. San Martín luego de Cancha Rayada: “La Patria existe y triunfará”.-


*Politólogo y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.B.A., fue 7° candidato a legislador por Proyecto Sur en las últimas elecciones de la C.A.B.A.

miércoles, 20 de julio de 2011

La patriada de Pino Solanas


La patriada de Pino


El ensayista Angel Nuñéz refleja como pocos, el perfil político del líder de Proyecto Sur.



Es un patriota. Esta es la definición que escuché sobre Solanas de parte de viejos peronistas, del peronismo doctrinario y popular, cuando comenzó su campaña, que parecía tender a una candidatura presidencial. Surgía, desde la conciencia colectiva popular, un reclamo en defensa de principios considerados irrenunciables: la defensa del patrimonio nacional –agua, petróleo, minería– y el planteo de un proyecto de transformación, más allá de enfoques falsamente “revolucionarios”. Hubo un estremecimiento del país ante estas verdades que salían a desmitificar la entrega a la Barrick Gold, las mentiras del Indec disfrazando el hambre de niños desnutridos e indígenas desprotegidos.

Era una ráfaga de aire fresco en un panorama político, con un gobierno contradictorio y exitoso en una positiva circunstancia internacional, “soja mediante”. El éxito de la imagen de la Presidenta  opacaba ese planteo sobre la necesidad de una transformación sustancial de la realidad nacional, y las alianzas políticas de la “crítica y proyecto” de Solanas diluían sus reclamos. Era la vieja izquierda, honorable pero desprestigiada. Se levantaban las grandes banderas del peronismo, desde una voz irreprochable –a la que el menemismo le metió bala–, pero con un ropaje difícil de identificar. Pero Solanas planteaba cuál era la ruta de la liberación nacional y social. Llegados allí, Pino entendió que faltaba organización para un proyecto presidencial y decidió dar pelea en la Ciudad con claras propuestas.

Hubo en el medio desplantes propios de la izquierda que perjudicaron la propuesta, en el inoportuno entredicho entre Solanas y Binner. Y la  polarización entre proyectos nacionales que lo descartaban: “Macri versus Cristina”, derecha pura o populismo de derecha (que es lo mismo), le quitaron un protagonismo como idea-fuerza nueva. Y que en la Ciudad se diluía sin un referente más amplio. Cabe repetir: Solanas es un patriota diciéndonos verdades de a puño. Debemos escucharlo y prestarle la atención que merece quien predica verdades.



Fuente: Perfil

viernes, 15 de julio de 2011

Páez, Galasso y el "asco para todos"

Aparentemente el fanatismo estúpido no tiene límites y, el impostado artista popular Fito Páez nos volvió a sorprender con una frase de cuño fascista. El artista dijo: "me da asco la mitad de Buenos aires", refiriéndose a el 47% de los porteños que votó al neoconservador y racista Mauricio Macri.

Haciendo abstracción del carácter antidemocrático de una expresión que no va contra quien fue elegido, sino contra quienes lo eligieron (es decir, que rechaza la expresión de la voluntad popular), un interrogante surge: ¿Desde qué lugar se manifiesta semejante repulsión?

Si el asco que les provoca Macri proviniera del repudio a quienes utilizan lo público como un medio para maximizar sus ganancias privadas, a quienes promueven políticas discriminatorias, a quienes favorecen la tercerización y la explotación de trabajadores, a quienes reprimen la protesta social, a quienes desde el Estado se preocupan por los más privilegiados en detrimento de los que menos tienen; el asco sería comprensible, irreprochable. Ahora bien, si el ataque al macrismo parte de la defensa a quienes llevan adelante una política tan viciada como la que se implementa en la Ciudad de Buenos Aires desde hace cuatro años, lo que da asco es la hipocresía.


¿Cómo se explica que provoque nauseas el alevoso favorecimiento a los amigos empresarios del Jefe de Gobierno en todas las obras públicas que se llevan adelante, y que no produzca lo mismo que se beneficie a Lázaro Báez, Cristóbal López o Sergio Schoklender? ¿No causan la misma aversión las injustificables fortunas de intendentes, diputados, gobernadores y hasta presidentes y ex presidentes que integran las filas del kirchnerismo? ¿Genera más repulsión la discriminación de inmigrantes que el ninguneo y la expulsión de las comunidades aborígenes como los Qom? ¿Cuál es el fundamento para odiar con más fuerza la tercerización de las reparticiones públicas de la ciudad que la implementada por Trenes de Buenos Aires, con el apoyo de la oficialista Unión Ferroviaria y de su procesado secretario general, José Pedraza? ¿Desde cuándo es peor querer prohibir los piquetes porque generan caos en el tránsito que reprimir las protestas de maestros santacruceños? ¿Por qué da nauseas que se ejecute todo el presupuesto porteño en bacheo y no en los hospitales públicos o que se gaste más en el norte que en el sur, y no provoca lo mismo que el Estado Nacional subsidie el gas y la electricidad que consumen los sectores más acomodados de Buenos Aires, mientras las clases populares tienen que pagar varias veces más por las garráfas?

En definitiva, ¿por qué Macri les causa tanto asco y no les generan exactamente lo mismo Daniel Scioli, Luis Beder Herrera, Guido Insfrán, José Luis Gioja, Eduardo Brizuela del Moral , Jorge Capitanich, Juan Schiaretti, José Alperovich, Mario Ishii, Alberto Descalzo, Hugo Curto, Raúl Alfredo Othacehé, Carlos Menem, etc.?
Si Macri y sus votantes les hacen sentir tanto asco por los intereses que representan, defendiendo a quienes (con otro discurso) velan por los mismos intereses, deberían sentir asco de ellos mismos.

Párrafo aparte merece el kirchnerista Norberto Galasso, quién se creyó con el derecho de vetar las afirmaciones nefastas del cantante. Leyendo detenidamente ambas cartas, resulta mucho mas impactante y nefasta la escrita por el historiador. Apoltronado en privilegios a estas alturas propios de una “casta” sacerdotal, tan fundamentalista cuanto incapaz de asumir ningún tipo de crítica al gobierno nacional, sigue exacerbado en la miopía de quien no ve más allá de la corriente a favor de la que nada.

La hipocresía y el deseo impúdico de desinformar a la ciudadanía no tienen límites.
Pero lo peor y más abominable del “kirchnerismo intelectual” es que su presunta pulcritud no es un producto propio, sino, antes bien, una creación de los otros, un antagonismo impostado. Algunas medidas loables, que sin embargo son en su mayor parte paliativos de corto plazo, han refrendado esas posiciones “progresistas”. En términos ideológicos, el kircherismo es una creación muy calculada, instrumentada con la inteligencia y la estética del más alto cinismo: mientras se opone discursivamente a lo “peor” (la dictadura, el “Grupo A”, las Corporaciones, los años 90), el oficialismo se sitúa automáticamente en lo presuntamente “mejor”. Lo cual, en verdad, dista mucho de ser cierto, pues el kircherismo mantiene la legislación de la dictadura (ley de entidades financieras) y del Menemato (concesiones en petróleo, minería, transporte, etc.), y sigue pagando deuda ilegítima inventada por ambos gobiernos.

En fin, esta claro que un alto porcentaje de la ciudadanía desconoce totalmente como se hizo el canje de deuda Kirchner-Lavagna o el mas nefasto, es decir, el de Boudou-Cristina, ni conocen cuestiones que forman la columna vertebral de la dependencia Argentina. Pero Norberto Galasso conoce bien de lo que hablamos y sin embargo asumió el rol de soldado del gobierno nacional, si, el que permite que sus recursos estratégicos sean saqueados por las empresas multinacionales, el que mas deuda externa fraudulenta pago en toda la historia, uno de los que mas ha rapiñado e patrimonio publico, el que en 2007 reprivatizo el petróleo y el gas, el que abrazo con ardor a unas conducciones sindicales mafiosas. A este gobierno abraza Norberto Galasso. ¿Quién da pena entonces?

lunes, 11 de julio de 2011

A pesar de las mentiras del gobierno, sigue creciendo la deuda externa fraudulenta

Héctor Luis Giuliano | Nota del 04.07.2011

El Ministerio de Economía (MECON) – a través de la Secretaría de Finanzas – acaba de editar en su página web el Informe trimestral sobre Deuda Pública del Estado Central al 31.3.2011.

El objeto de este breve trabajo es analizar el actual cuadro de situación del endeudamiento fiscal argentino a la luz de estas nuevas cifras oficiales.

EL INCREMENTO DE LA DEUDA


El stock de la Deuda Pública al 31.3 de este año según el MECON es de 184.400 Millones de Dólares (MD): 173.100 por Deuda Performing o Normalizada y 11.300 por Deuda no ingresada en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 y complementarios del 2010 (Holdouts).
Las cifras están expresadas siempre con redondeo y se refieren solamente a los datos de la Deuda en cabeza del Estado Central.
Además, no está considerada aquí la Deuda no registrada por concepto de Capitalización de Intereses, Indexación de la Deuda en Pesos ajustada por Inflación y pagos anuales por Cupones ligados al Crecimiento, que en conjunto se estima los tres rubros superan los 50.000 MD.
El saldo de la Deuda Pública al 31.12.10 era de unos 176.000 MD (175.500, producto de 164.300 más 11.200 de Holdouts),de modo que el stock de deuda habría crecido casi 9.000 MD durante el primer trimestre de este año.
El Informe del MECON reconoce este hecho – un aumento de 8.800 MD medido en función de la Deuda Performing – explicando que la mayoría delimporte (7.400 MD) corresponde a la nueva deuda contraída por el Tesoro con el Banco Central (BCRA) por los préstamos de Reservas Internacionales que serán destinados al pago de Deuda Externa durante el ejercicio.
Por este motivo, el incremento real o neto de la Deuda sería según el MECON de 1.400 MD (diferencia entre 8.800 y 7.400) ya que estas reservas se usarían para pagar a Organismos Multilaterales de Crédito (OMC) – Banco Mundial (BIRF), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, en menor grado, Corporación Andina de Fomento (CAF) – y también para pagar a Acreedores Privados.
Esto último, empero, no está permitido legalmente porque el Artículo 6 de la Ley 23.928 de Convertibilidad modificada sólo autoriza el pago con Reservas a OMC, no a personas o entidades privadas.
El Gobierno Kirchner, como es sabido, utiliza las denominadas Reservas de Libre Disponibilidad (RLD) o reservas excedentes a la cobertura de la Base Monetaria, para pagar vencimientos de la Deuda Externa. Lo hace a través de Decretos del Poder Ejecutivo, no Leyes del Congreso, y la mayoría de tales fondos van hoy al pago de Acreedores Privados.
Este año, de los 7.500 MD previstos para el Fondo de Desendeudamiento 5.400 van a Acreedores Privados y 2.100 a OMC. El año pasado, con un total de 6.600 MD, los destinos habrían sido de 4.400 y 2.200 MD respectivamente.
Al abonar Deuda Externa con Reservas del BCRA el Gobierno no sólo “internaliza” deuda (paso de obligaciones con acreedores del exterior a nuevos acreedores locales) sino que la traspasa al propio Estado, ya que la Tesorería queda así endeudada con el Banco Central.
Esta deuda se instrumenta a través de la emisión de Letras Intransferibles a 10 años de plazo.
En la actualidad, la Deuda del Tesoro con el BCRA por préstamo de reservas sobrepasa los 30.000 MD, pese a que la Carta Orgánica del Banco, en principio, le prohíbe otorgar préstamos al Ejecutivo (según el Artículo 19, inciso a, de la Ley 24.144).
Este tema es particularmente delicado porque además el Gobierno Nacional no ha demostrado cuál es su capacidad de repago por esta deuda que contrae con el BCRA; lo mismo que tampoco demuestra cómo se vaa pagar la Deuda Intra-Estado en general y, en sentido más amplio, la Deuda Pública en su conjunto.
A la luz de la información del Primer Trimestre el aumento de la Deuda Pública que se viene registrando hasta ahora es parte del endeudamiento adicional para este año, que por Presupuesto 2011 está previsto aumente en unos 9.400 MD.
Sin contar con otros 18.000 MD de Deuda Nueva para Obras Públicas y de Infra-Estructura autorizados para contraer por parte de Empresas del Estado, Organismos Nacionales y/o Fondos Fiduciarios, todos ellos con avales del Estado Central, según el Presupuesto del Ejercicio (que fue aprobado por Decreto del Poder Ejecutivo, no por Ley del Congreso).

AGRAVAMIENTO DE LA DEUDA INTRA-ESTADO


Como este subtema ya fue tratado en otros trabajos del autor (*), aquí nos limitamos a destacar sólo la incidencia de este procedimiento en función de las nuevas cifras oficiales.
El Informe del MECON que acompaña las estadísticas de Deuda del Primer Trimestre de este año vuelve a destacar dos hechos ambivalentes o engañosos.
1. Por un lado, se dice que la Deuda Pública del Estado Central equivale ahora al 46.3 % del Producto Interno Bruto (PIB): resultado de dividir sólo los 173.100 MD de la Deuda Performing del Gobierno (no su Deuda Total de 184.400 - sin el agregado de la Deuda no Registrada - ni mucho menos la Deuda Pública Nacional, que sería lo que correspondiera) por el Producto Bruto (que sería así del orden de los 374.000 MD).
Pero se soslaya decir que la Deuda aumentó y sigue aumentando en valor absoluto.
Esta variante de aducir que la Deuda baja según el índice Deuda/PBI cuando su monto en realidad sigue aumentando, es tan engañosa como el uso de la palabra “des-endeudamiento” a modo de eufemismo en lugar de utilizar la palabra “pagar”; siendo que, en ambos casos, la Deuda no disminuye sino que se incrementa.
2. Por otro lado, el MECON subraya nuevamente que la Deuda Intra-Estado constituye hoy casi la mitad de la Deuda Pública Total, lo que se presenta como un logro o ventaja.
Sin embargo, esto merece algunas consideraciones.
Primero: No hay duda que tomar compromisos con entidades del propio Estado supone obviar los espinosos problemas de refinanciación con acreedores externos y/o privados en general; pero el tema es que el Gobierno no acredita la capacidad de repago pertinente frente a estas nuevas obligaciones que asume, con el agravante que la gran mayoría de este dinero se toma de fondos que estrictamente hablando no son del Estado, como es el caso de los recursos de la ANSES, que son de los Jubilados; o las reservas internacionales del BCRA, que tienen finalidad específica de respaldo a la Base Monetaria y los pasivos financieros propios del Banco.
Por lo tanto, el sólo hecho de traspasar deuda que se tenía con Terceros a nueva Deuda con fondos públicos no es una buena noticia per sé.

Segundo: Este nivel creciente de endeudamiento intra-Sector Público hoy estaría llegando empero a un límite, y tal tope estaría dado – al menos para sus dos acreedores principales – por el margen de recaudación previsional en relación a los compromisos de pago jubilatorios y las causas judiciales con sentencia en firme, en lo tocante a la ANSES; y por el nivel de endeudamiento cuasi-fiscal del BCRA para seguir comprando reservas que luego presta a la Tesorería (Deuda por Letras y Notas a corto y muy mediano plazo que coloca y renueva permanentemente el BCRA, y por las que paga un 13 % de Interés anual).
Esto es, que el Endeudamiento Intra-Estado no sólo es de cumplimiento incierto y financieramente gravoso sino que, además, podría estar llegando a un límite.


Tercero:
Retomando el primer punto cabe una pregunta, ¿qué significa que el Gobierno esté cambiando Deuda Externa de Acreedores Privados y OMC traspasándosela al propio Fisco?
Si esa nueva Deuda – la Deuda Intra Estado – no tiene capacidad de pago demostrada ello implica que en algún momento futuro esta insolvencia se tendría que “blanquear”, reconociendo entonces que tales obligaciones no se pueden pagar y que las mismas se debieran entonces “pasar a Pérdidas”.
Pero esto no ocurriría en forma inmediata ya que el Gobierno sigue difiriendo o “pateando” vencimientos para adelante – el 60 % de los fondos de la ANSES está colocado en Títulos Públicos que conllevan pagos escalonados y las Letras intransferibles suscriptas con el BCRA tienen plazo 10 años – de modo que se supone la actual Administración puede eludir todavía una situación de impago.
Mas un cuadro de este tipo no puede sostenerse a largo plazo y amenaza entonces llevar a un “blanqueo” de cifras en el futuro; que es lo mismo que se plantea con la Deuda Pública no Registrada.
Por otro lado - si bien se trata de un tema del que no se habla - hay un hecho nuevo que se está produciendo en los últimos años: el Gobierno está reduciendo el peso futuro de la deuda en uno de sus rubros importantes, aunque lo está haciendo a costa de sus Finanzas Públicas; y es en el caso de la Deuda Indexada.

Aproximadamente 38.000 MD de la Deuda Pública Argentina está nominada hoy en Pesos que se ajustan por Inflación.
Aplicando el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) - que replica el Índice de Precios Consumidor IPC) - esto significa un aumento automático de la base de Capital de unos 4.000 MD por año.
Tal es lo que da actualmente por aplicación del Índice de Inflación Minorista oficial del INDEC – un ratio del orden del 10 %, fuerte y justificadamente cuestionado a raíz de los cambios introducidos a partir del 2007 – ya que si el stock de deuda indexable se ajustara por la Inflación Real daría más del doble de esta cifra.
Caben muy pocas dudas acerca de que el motivo de estos cambios del INDEC, aparte de esconder los verdaderos niveles de aumentos de precios, habría tenido por finalidad práctica contener el ritmo de actualización del Capital de esta Deuda Pública en Pesos ajustada por Inflación.
De allí que los Acreedores reclaman adicionalmente al Estado Argentino imputándole un “default encubierto” dado que el Gobierno Kirchner, manipulando un coeficiente de corrección clave para gran parte de su Deuda, produce una licuación parcial de la misma.
Pero ocurre que el Gobierno, por medio de la Deuda Intra-Estado, habría venido comprando gran parte de esta deuda que se licua, de modo que hoy más de 23.000 MD – sobre los 38.000 - se encuentran ya “rescatados” en manos del propio Estado, mientras algo menos de 15.000 MD quedarían todavía en manos privadas.
La des-indexación relativa de la Deuda en Pesos ajustada por CER afectaría entonces, en gran medida, a los bonos que tiene en cartera el Estado – Tesorería, ANSES, BCRA, BNA y otros entes públicos – reduciendo su rendimiento.
Se da así la paradoja que, por un lado, el Estado por vía del Tesoro se beneficia con esta licuación de deuda en relación al monto creciente de su Deuda Pública; pero los Acreedores Oficiales citados se perjudican en la misma medida.
Dicho con otras palabras: que cuando se toma Deuda Intra-Estado para pagar con ella a Terceros (fundamentalmente Acreedores Privados), el riesgo de incumplimiento se pasa al propio Estado y además, en el caso de la Deuda en Pesos Indexada, se traspasa también al fisco obligaciones que pierden valor y que, por ende, afectan las finanzas de los entes oficiales tomadores (ANSES, BCRA y otros).


PERSPECTIVAS PRE-ELECTORALES



La designación del Ministro de Economía Boudou como candidato oficialista a la vice-presidencia de la Nación conlleva, entre otros, un claro mensaje vinculado con la Deuda Pública.

Es una señal del Gobierno Kirchner a los Acreedores Financieros del Estado sobre la importancia que tiene para la actual Administración su compromiso de cumplir con la Hoja de Ruta reiteradamente sostenida por el propio Boudou: 1. Arreglo con los Acreedores de la Deuda que no entraron en el Megacanje 2005 (los Holdouts), 2. Próximo Acuerdo de la Deuda Externa con los Países del Club de París (que en su mayoría se arrastra desde la época del Proceso Militar), y 3. Regreso de la Argentina a los Mercados Internacionales de Capitales - bajo la recomposición de relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el marco de la nueva “ingeniería financiera global” del Grupo de los 20 - para volver a tomar más Deuda Externa.
Algo así como la previsión de una asistencia externa futura destinada a cubrir el “bache de financiamiento” acumulado que hoy se cubre con el “préstamo-puente” de la Deuda Intra-Estado.
El escrupuloso cumplimiento de la nueva política de pagos internacionales de la Argentina a costa del endeudamiento intra-Estado, el consiguiente rescate de títulos que se traspasan así al Fisco sin demostración de su capacidad de repago y el programa en curso de la Hoja de Ruta constituyen - de hecho – elementos de una verdadera Política de Estado en materia de Endeudamiento Público; y ésta es la política que estaría siendo instaurada por la Administración Kirchner.

Tal esquema se sostiene en la práctica con: a) un alto piso de Tasas de Interés locales determinado por el costo de la Deuda Pública, lo que fija un diferencial de tasas que atrae capitales financieros al país, b) un Tipo de Cambio Nominal retrasado y semi-fijo (con un Tipo de Cambio Real más bajo por efecto de la Inflación Interna), que contribuye a posibilitar los pagos de Servicios de la Deuda en Moneda Extranjera; y c) un mecanismo de traspaso en gran escala de obligaciones con Terceros a la condición de Deuda Intra-Estado, lo que amenaza un desfinanciamiento fiscal futuro en la medida que no exista capacidad de repago para afrontar las obligaciones propias y externas.
Frente a estas realidades y perspectivas, el Gobierno sigue apelando a la Deuda Intra-Estado y a recursos extra-ordinarios circunstanciales (como el caso de las utilidades del BCRA y la ANSES) para sostener sus cuentas fiscales, continúa efectuando fuertes pagos de Deuda Externa con Reservas prestadas por el Banco Central y presenta la refinanciación sistemática de sus pasivos públicos como el logro de un supuesto “des-endeudamiento”.
Es el “precio” que la Administración Kirchner paga para llegar a las Elecciones de Octubre sin tener encima otra Crisis de Deuda.-