domingo, 23 de octubre de 2011

El Kirchnerismo como proyecto de poder

Por: Jorge Cardelli

INTRODUCCIÓN AL SAQUEO IMPERIAL 

Una primera cuestión importante para luego poder visualizar los rasgos más salientes del Kirchnerismo es que la crisis de legitimidad del Consenso de Washington no implica necesariamente que el neoliberalismo no continúe siendo hegemónico en el plano más global de las políticas imperialistas. En el marco de esta apreciación nuestros pueblos del Tercer Mundo y de América Latina están sintiendo la feroz ofensiva de los oligopolios imperialistas por sus recursos naturales. Un verdadero renacimiento de las formas coloniales que habían quedado atrás en los treinta años posteriores a la segunda guerra mundial. En los últimos 10 años en América Latina, especialmente en el Cono Sur, se va expandiendo un modelo dependiente de acumulación de capital donde los principales beneficiarios son los monopolios imperialistas, los dueños de las grandes concentraciones de tierra junto a los que las explotan de manera intensiva (el agro-negocio) y las burguesías intermediarias. El dinamismo de este modelo deviene de la exportación de recursos naturales con una débil industrialización a los países desarrollados como a las “economías emergentes del sur” (China Brasil, India, etc.) que hoy tienen altas tasas de crecimiento producto de una exportación masiva de capitales en un proceso de deslocalización industrial desde los centros desarrollados. Todo esto en los marcos de un proceso de profundización de la mundialización capitalista. 

CRISIS Y RECONFIGURACIÓN DEL CAPITALISMO MUNDIALIZADO

Hoy las apariencias nos muestran un proceso de reconfiguración del capitalismo mundializado con China y otros centros de la periferia capitalista, como también es el caso de Brasil, como potencias en ascenso y por otro lado el retroceso norteamericano como potencia hegemónica. A esto se agrega que aunque nadie duda que la crisis capitalista actual sea la más profunda, incluso que la del 29, aparece más localizada en los centros desarrollados, en especial los EEUU y Europa. Decía apariencias porque por un lado todavía la crisis no ha podido controlarse y es muy difícil pensar que semejante crisis quede encerrada en Europa y EEUU como es la aspiración del actual gobierno Kirchnerista. 

                Por otro lado hay dos cuestiones del capitalismo mundializado que crecientemente se agravan. Primero está el creciente uso intensivo de los recursos naturales no renovables con la correspondiente depredación ecológica que ya nadie duda altera los equilibrios ecosistémicos. Esto desata una feroz agresividad hacia los países que los poseen y también una fuerte competencia entre los que los necesitan. 

                A su vez los pueblos resisten y los caminos militares que implementan las potencias occidentales y en particular los EEUU no dan las victorias esperadas. El triunfo sobre Irak es dudoso y el fracaso en Afganistán ya no se discute. Esto por citar los casos mas emblemáticos y dejando de lado la agudización de las contradicciones en Egipto, Israel y otros. Un segundo hecho son las migraciones internas hacia los grandes centros urbanos en los países del Tercer Mundo y, las migraciones internacionales hacía las ciudades mas desarrollados del centro imperialista producto del avance de los agro-negocios. El agro-negocio avanza, los pueblos campesinos pierden la tierra, el hambre es cada vez mayor y luego el único camino es la migración. Por este camino aparece el nuevo apartheid que son las villas miserias alrededor de las grandes ciudades. Concomitante con esto está el desarrollo del narcotráfico, el crimen organizado y la alianza con las policías por vía de la complicidad.    

                La reconfiguración más arriba señalada que se da en el marco de una profundización de la crisis capitalista que hoy tiene características sistémicas  (depredación ecológica, voracidad de energías no renovables y migraciones internas). Una posibilidad es que de esto resurja un capitalismo renovado y pujante como fue el de los 25 años gloriosos (1945-1970) aunque ahora con un papel protagónico de las potencias emergentes del Tercer Mundo (China, Brasil, India y otros) Esta utopía circula con fuerza y el gobierno Kirchnerista actual adscribe a esta idea. Otro escenario es que esta situación vaya agravándose, que la crisis no se resuelva y se vaya aproximando a las potencias emergentes y también a nuestro país. Yo me inclino por esta segunda. 
Todavía hay una serie de imágenes que siguen beneficiando a la hegemonía Kirchnerista. El discurso del gobierno oculta que es una crisis sistémica del capitalismo y hace pasar el problema por la gestión de gobierno. En esto también coincide la oposición aunque difiera en las políticas concretas. 

                Es cierto que crisis todavía parece encerrada en Europa y ante esto el gobierno afirma que sus políticas han creado un cierto escudo protector. Por otro lado nos hemos acercado a China y a Brasil que son  nuevas estrellas emergentes y nos hemos alejado de EEUU (no olvidar que el anti-norteamericanismo es fuerte en nuestro país) que hoy aparece en retroceso, con muchos problemas y amenazado de cierta decadencia. Todo esto hay que pensarlo en términos de un discurso que interpela la conciencia nacional y popular.


KIRCHNER, EL AGRONEGOCIO Y EL CAPITAL IMPERIALISTA

El Kirchnerismo expresa a los monopolios petroleros. Les hizo grandes concesiones que desde Proyecto Sur las denunció Pino Solanas. El socio de los Kirchner es Enrique Esquenazi que se quedaron con el 15% de YPF. Para esto el gobierno de Kirchner operó sobre la Corona Española. Otro sector que representan es el de la Mega-minería. Aquí los protagonistas son monopolios extranjeros. En este tema hemos hecho muchas denuncias en dos direcciones. Una es la de la depredación ambiental de la minería a cielo abierto con sustancias contaminantes. La otra es del saqueo tanto en los minerales que se llevan sin declarar como en las ganancias que emigran según el interés de estos monopolios imperialistas. Hemos denunciado el Tratado con Chile que hizo Menem y que el Kirchnerismo mantiene y aprovecha. En una franja que contiene a la cordillera y que se extiende a 100Km a cada lado de la cordillera se ha establecido un territorio autónomo de los monopolios mineros. Tienen aduanas y aeropuerto propio. Pagan una miseria de regalías y nadie sabe cuanto mineral se llevan. Catamarca, La Rioja, Santa Cruz. Mendoza, San Juan y ahora Jujuy con el litio son las provincias más afectadas en esta ofensiva del capital oligopólico minero.

                Un sector importante del capital financiero es amigo de los Kirchner hoy representados por Cristina. El grupo del Banco Macro, el CREDICOP de Heller, el Grupo Esquenazi (Bancos de San Juan, Santa Fe, Santa Cruz y Entre Ríos), el banco Barclays (ingles y participa del monopolio que explora en la Malvinas). En el negocio de la construcción está el Grupo Cordobés de Electro- Ingeniería. Directamente ligada a Zanini. Hizo una carrera meteórica. De ser una PYME de de tableros y componentes eléctricos paso a ser una de las principales constructoras del país, quedándose con importantes licitaciones por vía de su alianza con el gobierno. Esquenazi también participa del negocio de la construcción. Estos dos grupos son socios de la Familia Kirchner. El otro socio es el Rey del Juego, Cristóbal López

                La Familia Kirchner también representa a los terratenientes laneros (Benetton tiene 900000hs en la Argentina, la mayoría en la Patagonia, Menéndez Bethy, Braun Menéndez). La familia Kirchner ha comprado tierras por vía de testaferros en la provincia de Santa Cruz. No cabe duda que el proyecto Kirchner es sojero, el último discurso de la presidente Cristina así lo atestigua. Parte de este proyecto son los monopolios exportadores de soja. El caso de Urquía con la planta de General Deheza con ferrocarril y aduana propia es un ejemplo claro, fue Senador del Frente Para la Victoria y en un momento el candidato a gobernador de Córdoba de Cristina. El agro-negocio tiene en los Kirchner un socio vital y a su vez ellos son socios vitales de los Kirchner. Si temor a equivocarse se puede decir que uno de los núcleos duros de intereses monopólicos que sustentan al kirchnerismo es el agro-negocio.

                La lista de monopolios extranjeros y de los llamados “burgueses nacionales” puede continuar. Los hay en la dirección de los europeos (fuerte alianza con los monopolios españoles, por ejemplo las telefónicas, y también con los ingleses) La presencia del capital chino es en forma creciente y muestran tener una clara intención hegemónica. Esto lo comparten hoy con Cristina. Lo interesante es observar que uno de los grupos económicos que media en la relación de compromisos crecientes con China es Franco Macri. El canalizó la compra por material ferroviario por  10000 millones de dólares. Es importante señalar que Néstor Kirchner ha dicho en muchas oportunidades que en su modelo es clave el uso del estado para apoyar determinados monopolios y terratenientes y en ese marco desarrollar algunos capitales nacionales con capacidad de competir en el mercado mundial. Es el llamado modelo coreano aunque en versión “trucha” porque los coreanos promovieron empresas con fuerte desarrollo tecnológico. No creo que sea el caso de Cristóbal López,  o el de Lázaro Báez.  


EL MODELO DEPENDIENTE Y LA BURGUESÍA INTERMEDIARIA

El modelo de Kirchner es dependiente y siempre tiene puesta la mirada en el mercado mundial. En eso es una continuidad de la concepción de Menem. Es un proyecto de poder económico aliado con el capital imperialista, con los dueños de la tierra y del agro-negocio y con los monopolios de la exportación desde una base de poder económico propio. Este capital nacional entre comillas es en realidad intermediario porque crece en los marcos de la alianza con el capital extranjero. Y en el marco de esta alianza construye su hegemonía en las clases dominantes. Por que Kirchner también tiene enemigos en las clases dominantes que desearían orientarse en el mercado mundial en direcciones diferentes. Ejemplo de ello son el Grupo Clarín, la Sociedad Rural, Techint, Arcor y algunos grupos de la alimentación y seguramente muchos más. Aquí es importante señalar que un proyecto de poder como el que aspira construir la familia Kirchner (aspiran a ser hegemónico es las clases dominantes) tiene en la comunicación una herramienta central. Este hecho no lo ha descuidado y han construido un poder mediático alternativo al de Clarín y hoy ya más fuerte que otros grupos menores. El caso de Página 12 o el de 6,7 y 8 en la Televisión Pública son emblemáticos porque ha sido y son una de las herramientas principales para impulsar el discurso que afirma que este es el único camino posible para una mayor autonomía nacional y para una mayor justicia distributiva. En este poder mediático, además del estado opera el capital privado, está una herramienta clave para condicionar a las estructuras partidarias y desde allí producir y reproducir la hegemonía sobre el movimiento nacional y popular. 

                Cuando se habla de burguesía “nacional” pero que en realidad es intermediaria, se piensa en los conocidos capitales socios del Kirchnerismo. Se habla en general de 5 grupos (Esquenazi, Cristóbal López, Lázaro Báez y Electro Ingeniería) que son los que se han hecho mas conocidos por lo meteórico de su crecimiento. Juntos tienen un poder económico equivalente al de Techint y seguramente aspiran cada uno de ellos a pisar fuerte en el mercado latinoamericano y en el mercado mundial. Esto hoy no se puede hacer sin ayuda del estado. Ya quedó atrás el tiempo que uno primero crecía en el mercado interno y luego se proyectaba al mercado mundial. Para que una empresa se haga fuerte en el mercado interno, que está oligopolizado, requiere de la ayuda del estado y mucho más para tallar en los planos continentales o mundiales. Esto lo comprendieron los Kirchner y aprendieron a usarlo para la construcción de su hegemonía en las clases dominantes. Pero lo de la burguesía intermediaria no se agota en esto. 
               
                No debemos olvidar que esto es lo visible en el marco de un espacio de empresario medianos y grandes mucho mayor, que juegan además de en el plano de la comunicación, en la construcción, en la industria, en el agro y en otros espacios acumulando al desarrollo de un proyecto dependiente como es el kirchnerista, de crecimiento a partir de la inserción en el mercado mundial, de alianza con el capital monopólico petrolero, minero, terratenientes, agro-negocios y exportadores. Esto significa que muchísima burguesía media y grande se articula en este proyecto de reconfiguración de la dependencia aunque es bueno saber que, muchísimas pequeñas y medianas empresas quedan afuera y mas aun resisten, muchos desde una perspectiva de mercado interno y de desarrollo regional, o sea desde una perspectiva nacional. Por ello, los que están articulados,  son una burguesía intermediaria. Son el instrumento necesario para viabilizar un proyecto dependiente en un país como Argentina con toda su carga histórica de luchas sociales. Son una herramienta clave para la producción de hegemonía en el interior de las clases dominantes y también en el movimiento nacional y popular. Pero es importante volver a decirlo, que también son muchos los empresarios medios y grandes que quedan fuera de este proyecto y que confrontan con el. Esto es de suma importancia cuando se piensa en la construcción de la alternativa nacional y popular. Las clases dominantes no son una infinidad de empresarios individuales y desarticulados, sin proyectos comunes. Cualquier proyecto de poder dependiente se tiene que plantear la hegemonía de las clases dominantes. 


SOBRE LA CONFORMACIÓN DE LA HEGEMONÍA KIRCHNERISTA

La rebelión popular del 2001que expulsó del gobierno a De la Rua puso en marcha un plan económico que sentó las bases del crecimiento posterior. Este trabajo lo inició Duhalde y lo consolido en el Ministerio de Economía Lavagna. Es bueno recordar que Lavagna fue el Ministro de Economía de Kirchner en casi todo el primer gobierno Kirchnerista. Fue el Ministro que pago una parte de la deuda externa y que aviesamente la llamo política de des-endeudamiento, cuando en la realidad continuó legitimando el pago de una deuda ilegítima. La primera gran medida que dio origen a este proyecto fue la mega-devaluación, que nos pulverizo los salarios y aumentó fabulosamente la renta de los dueños de la tierra y de los exportadores. Esto favoreció enormemente la exportación y a su vez promovió un proceso de sustitución de importaciones. Esto fue posible por la pulverización de los salarios que señalé más arriba. 

                La economía se puso en marcha por que las clases dominantes empezaron a invertir a partir de que recuperaron de su tasa de ganancia. Típico de las salidas de las crisis capitalistas pero con el mercado externo como objetivo. La rebelión era muy grande y continuó todo el 2002 y a Duhalde no le alcanzo para reconstruir legitimidad. El asesinato de Kosteki y Santillán le clausuró su proyecto de continuidad. Las elecciones eran el único camino de reconstrucción de legitimidad. También le cabe a Duhalde el honor de haber iniciado esa política masiva de entrega de planes sociales. Pero después la terminó capitalizando Kirchner. Además es bueno recordar que un elemento clave para la recuperación de la economía fue el desahogo que vino luego de declarar el default. Esto lo hizo Adolfo Rodrigues Saá y no Kirchner aunque también lo cobro como beneficio. Tampoco deberíamos olvidar que fue con Rodrigues Saá que las Madres de Plaza de Mayo y Horacio Verbitsky ingresaron a la casa de gobierno. De esto también saco buen beneficio Kirchner. Sería bueno releer el editorial de Página 12 de Verbitsky del Domingo anterior de las elecciones de Kirchner. Denunció de manera precisa toda la complicidad de Kirchner con Menem y en particular con la privatización de YPF. 

                La candidatura de Kirchner en el 2003 se vio ayudada por el rechazo de la propuesta De la Sota de mano dura para detener la rebelión que todavía se expresaba a través del Movimiento Asambleario en las calles de la Ciudad de Buenos Aires pero también en el Gran buenos Aires y en muchos lugares del país.


EL DEBATE: KIRCHNERISMO ES MAS MENEMISMO O ES DIFERENTE

Muchas veces se dice que es excesivo igualar a Menem con Kirchner. Los argumentos igualadores hacen eje en que ambos lideraron políticas nacionales de entrega del patrimonio nacional lo que es absolutamente cierto. Los que critican esta perspectiva dicen que los igualadores no ven que con Kirchner el estado tiene un rol diferente, más protagónico incluyendo en esto al conflicto social. Critican la relativización que hacen del reconocimiento de Kirchner del Movimiento de Derechos Humanos y de su reivindicación histórica de juicio y castigo a los culpables del genocidio. 

                Tampoco valoran los cambios en la justicia con una Corte que surgió de un amplio consenso social, ni la estatización de las AFJP o la asignación universal por hijo. Critican que no vean que Kirchner se alejó de los EEUU (recordar que fue aquí que se enterró al ALCA en conjunto con otros gobiernos con discurso alternativo al neoliberalismo) y se acercó al Tercer Mundo y América Latina. Sus acuerdos con Lula, Chávez, Morales y Tabaré son importantes. Hay una fuerte impronta de ruptura con los EEUU en el gobierno de Néstor Kirchner y también de acercamiento a Chávez. Aquí es importante aclarar esto con Cristina se ha modificado y que hoy el acercamiento es a Dilma, Presidente de Brasil, y a su vez se han alejado de Chávez. Es claro que los proyectos de Brasil y Venezuela tienen direcciones diferentes. Esta crítica a los igualadores es objetivamente cierta pero tampoco totaliza la realidad del proyecto kirchnerista. Veamos algunas cuestiones que hacen que los igualadores tengan parcialmente razón, los críticos también pero que globalmente el proyecto kirchnerista es de reconfiguración de la dependencia. 

                Pero antes de pasar a estas cuestiones hay un aspecto discursivo o ideológico que siempre se pasa por alto. Una buena parte de la crítica del neoliberalismo identifica a este con dos aspectos fundamentales a saber: la primera es que identifica el neoliberalismo con el Consenso de Washington y con los EEUU y la segunda que uno de los rasgos económicos principales del neoliberalismo es la reducción de la participación del estado. Se oculta la cuestión central que el neoliberalismo es una política de ofensiva imperialista contra los pueblos del Tercer Mundo y contra las conquistas sociales de los trabajadores. Para esta ofensiva a sido clave el estado. El problema entonces no es que el estado intervenga sino como interviene y a favor de quien. Que en América Latina hay estados más intervinientes para favorecer proyectos de desarrollo basados en las exportaciones y que tomen distancia de los EEUU no nos autoriza a decir que estamos fuera de las políticas neoliberales. Si podemos decir que nos hemos rebelado al Consenso de Washington. Esto es hoy la política del gobierno de Cristina. Pasemos ahora a las cuestiones anunciadas


EL MENEMISMO COMO CONDICIÓN DEL KIRCHNERISMO

La primera cuestión es que el proyecto K es posible porque Menem le dejó varias cuestiones resueltas para su posterior desarrollo. La primera de ellas es la desregulación de la economía. La liberalización del comercio exterior y del movimiento de capitales la consagró Menem y es una herramienta clave en la alianza de Kirchner con el capital oligopólico agro-minero-exportador. La segunda es la flexibilización laboral de la cual Kirchner no movió una línea. Esta flexibilización laboral es clave para mantener la actual política de super-explotación vía salario bajo y a su vez lubrica la relación con las clases dominantes. La tercera es la privatización de YPF y de la exploración, extracción y destilado del gas y el petróleo. Kirchner es petrolero y defiende los intereses petroleros. La cuarta es la privatización del ferrocarril. Aquí están las bases de la alianza con la industria automotriz, de la construcción de rutas y también con los interese petroleros. La quinta fue el inicio de la soja transgénica, la siembra directa y el glifosato. Esto lo hizo Felipe Sola como Secretario de Agricultura de Menem creando las reglamentaciones correspondientes. 

                Por el camino de estas transformaciones tecnológicas el cultivo y las exportaciones de soja se volvieron rentables. El precio de la soja era de 200 dólares la tonelada y así se volvió rentable. Es la época de surgimiento de los Grobocopatel. Ellos pedían a gritos la devaluación. La quinta y última es el inicio de la política de saqueo en la minería generando las reglamentaciones correspondientes. Finalmente al Reforma Constitucional que entregó a las provincias la propiedad de los recursos naturales.

                La segunda cuestión es que el Kirchnerismo profundiza las políticas Menemistas. En este sentido se puede decir que el Kirchnerismo es la etapa superior del Menemismo de inserción en el mercado mundial pero a su vez se diferencia en el acercamiento a los países Latinoamericanos y a China. En este sentido es un proyecto más tercermundista. Esto le da mas legitimidad teniendo presente la tradición peronista. En esto marca una diferencia fuerte con el menemismo


LOS PLANES SOCIALES Y LA HEGEMONÍA EN EL MOVIMIENTO POPULAR

La tercera cuestión son las políticas sociales. Este es un aspecto central que va caracterizar al kirchnerismo. Voy a plantear solo las que tienen relación con el conflicto social. Lo primero a tener en cuenta es que en las políticas sociales tienen un fuerte protagonismo los movimiento sociales de desocupados que fueron protagónicos en la lucha anti-menemista de los 90.Este protagonismo ha ido generando una relación institucionalizada que hace que los movimientos sociales de desocupados que son kirchneristas naturalmente gestionan las mayores cantidades de planes. Para los movimientos sociales que no son kirchneristas el único camino para obtener planes es la movilización y el corte de ruta, avenidas u autopistas. Finalmente se otorgan planes por la vía de los intendentes del Gran Buenos Aires o los gobernadores de provincia. En cualquiera de los casos lo que se busca es una contraprestación laboral de aporte real a la comunidad y una cierta participación de los beneficiarios del plan. El discurso que justifica esto es que los planes deben servir para construir ciudadanía, para promover realmente la integración social y a su vez abandonar la lucha de resistencia para conseguir lo que corresponde por derecho. 

                En los hechos se han convertido en una formidable herramienta de transformación de los movimientos sociales de desocupados en organizaciones sociales articuladas con el estado (que a su vez está gobernado por los intereses del proyecto kirchnerista) y que por la vía de las mismas se canaliza la “ayuda social”, eufemismo con que se denomina a las políticas de prevención contra la protesta social y política. El discurso ideológico kirchnerista dice que su fin es una mayor ciudadanía, una forma de trabajo y un aporte real a la solución urgente de necesidades sociales. Se presentan como una forma de economía social pero se desarrollan en los marcos ideológicos de que este es el único modelo productivo posible y que lamentablemente hoy no los pueden integrar. Que en la medida que acceda a mayores niveles educativos la integración y la ciudadanía plena será posible. Dicen que esta forma de ayuda el beneficiario no pierde su dignidad en tanto cambia trabajo por ayuda social. 

                La verdad es que son una verdadera herramienta de control social e ideológico. Incluso han servido para fracturar a los movimientos sociales de desocupados que continúan en una línea crítica de las políticas kirchneristas denunciando su complicidad con el modelo acumulación de saqueo de las potencias imperialistas. Lo central de esta política es quebrar la capacidad de resistencia de los movimientos sociales y en esto el kirchnerismo ha convencido a las clases dominantes de que su “método” de trabajo al interior de los movimientos sociales es mas efectivo que la represión. Esta política es también la que intentan aplicar a los movimientos sociales ambientales con la complicidad de los oligopolios mineros. En algunos lugares han logrado frenar la resistencia pero en otros no. Es bueno recordar que la Ley de Glaciares es un triunfo de las luchas ambientales. 

                En este sentido es importante ver que el kirchnerismo no ha roto con las políticas del Banco Mundial aunque si ha roto con el modelo de políticas compensatorias del menemismo. Las políticas sociales continúan siendo compensatorias pero comprometen en su desarrollo a movimientos sociales, a ONGes o se benefician organizaciones de trabajadores. Estas políticas sociales han sido la herramienta política de producción y reproducción de hegemonía en el movimiento popular que han permitido al kirchnerismo ponerle límites a la movilización popular y no tener que recurrir a la represión. Esto en los últimos años ha sido cada vez menos posible porque los trabajadores y los sectores populares han ido creciendo en su resistencia al modelo kirchnerista. 

                Las represiones de Formosa, el Indoamericano y las de Jujuy motivada por la necesidad de tierra son una muestra de los límites de la hegemonía kirchnerista. El aparato mediático kirchnerista, pero también el otro, oculta la gran cantidad de luchas que vienen dando campesinos, criollos y pueblos originarios por la tierra o la de los trabajadores por su salario y en contra de la precarización creciente. La dureza de la lucha de los pueblos originarios es ejemplar y a fuerza de inmensos sacrificios y con muchos compañeros muertos han ido logrando una mayor visibilidad. Aquí también las políticas de engaño muestran sus límites y por otro se obtienen victorias como es el caso de Jujuy. Seguramente el discurso kirchnerista lo contará como un éxito propio.


LA CORRIENTE  “IDEOLÓGICA” KIRCENERISTA

Una cuarta cuestión que se complementa con la anterior. El kirchnerismo a la hora de disputar con otros bloques de poder el consenso de las clases dominantes ha necesitado ganar una corriente del movimiento nacional y popular que no tenía al llegar al gobierno. Para ello, tuvo que tener en cuenta la profunda conmoción que significó la rebelión popular del 2001, la voluntad revolucionaria que se expreso en muchos sectores populares y el repudio hacia los políticos del sistema, resumido en el “que se vayan todos”.En función de esto y para contener el auge popular elaboró un discurso de contenido “nacional, popular, antineoliberal y latinoamericano” con el que enmascara el contenido real de su política. Esto se realizó de manera simultánea con las políticas sociales que señalamos mas arriba. Al mismo tiempo hizo concesiones a la lucha popular en el terreno democrático y social. Es aquí donde debemos ubicar las grandes concesiones que han caracterizado al kirchnerismo como son  el juicio y castigo a los genocidas de la Dictadura Militar, la renovación con consenso de la Corte, la asignación universal por hijo y otras más. Pero también las hay pequeñas por que cuando la presión social es fuerte en un conflicto conceden, aunque no en todos los casos como son el de Kraft o el del Indoamericano o el de Formosa. En Jujuy si negociaron y para ello usaron a Milagro Salas. En esta situación el pueblo jujeño obtuvo una victoria aunque el relato oficial posterior no se así. Hay que decir que la dureza con los trabajadores no se ha podido horadar lo que revela el fuerte compromiso del kirchenerismo con el capital oligopólico extranjero o intermediario

                En este discurso el kirchnerismo ha usado a su favor el odio profundo de amplios sectores populares hacia sus rivales gorilas de las clases dominantes como el grupo Clarín o las Sociedad Rural, vinculados a la persecución popular histórica. Con todo esto fue logrando ganar una corriente en el movimiento popular, fundamentalmente juveniles, que emergió con fuerza después de la muerte de Néstor Kirchner. Con esta corriente debemos debatir con seriedad, con argumentos y buscando convencer. Una buena parte de ellos militantes comprometidos y sería importante sumarlos a nuestro proyecto. No debemos dejar de ver que buena parte de la oposición solo disputa el poder del estado para implementar un proyecto que en lo esencial será también de reconfiguración de la dependencia aunque con algunos aliados monopólicos diferentes.  Con el agro-negocio ninguno rompe. En esta oposición blanda incluyo a Binner. Unos y otros coincidirán en descargar la crisis sobre el pueblo para continuar beneficiándose y difieren en la modalidad del ajuste. Hasta ahora al kirchnerismo le ha alcanzado con la inflación. Ninguno quiere poner en riesgo la gobernabilidad y tiemblan que pueda volver una rebelión popular como la del 2001. Para las clases dominantes Kirchner tiene un gran mérito: encausó la inmensa movilización popular del 2001 que derrocó a un presidente, a De la Rua.


UNA CONCLUSIÓN FINAL

El Kircherismo ya lleva 8 años de gobierno y es previsible que llegue a los 10 años o mas. También el peronismo de Juan Perón gobernó 10 años y con ello construyo una identidad. Es indudable que el kirchnerismo ha realizado una mutación ideológica de lo que fue el peronismo. De ser una fuerza que históricamente expresaba los intereses de los trabajadores y el pueblo paso ser una fuerza que busca expresar los intereses de una parte hegemónica de las clases dominantes pero con consenso popular. Tiene muchas debilidades para que este consenso se convierta en una identidad. La primera debilidad es que no tiene la coherencia y el compromiso popular que supo tener el peronismo en el 45-55. 

                Para este el pueblo y los trabajadores eran su soporte y sus destinatarios finales, mientras que para el kirchnerismo son instrumentos de su proyecto de hegemonizar las clases dominantes. La segunda debilidad es la fragilidad de su proyecto ideológico. Esta construido a partir de gestionar la salida de la crisis del 2001 desatada por la rebelión popular del 19 y 20 de Diciembre del mismo año y recuperar la gobernabilidad. En función de esto y para contener el auge popular elaboró un discurso de contenido “nacional, popular, antineoliberal y latinoamericano” con el que enmascara el contenido real de su política. Esto se realizó de manera simultánea con las políticas sociales que señalamos mas arriba.  Para sostener este doble discurso y para ocultar la pobreza de sus éxitos en la lucha contra desigualdad falsea la realidad de manera sistemática. Ha hecho de la combinación de medias verdades con la mentira un instrumento sistemático de generación de adhesión. Sobre esto hay mucho para hablar y para desenmascarar. 

                Todo esto en los marcos de una crisis capitalista de una profundad gravedad, al punto que se dice que es superior a la del 29.En estos dos aspectos el peronismo de los 50 se afirmaba en una tradición intelectual revolucionaria como fue FORJA y se afirmada en una descripción verdadera de los hechos. Su marco fue los inicios de una etapa de desarrollo capitalista sin precedentes como fue la 45-70, la existencia de un bloque socialista y las conquistas de la independencia nacional de los pueblos de Asia y África. 

                De este análisis me atrevo a concluir que al kirchnerismo no le alcanza para constituirse en una identidad popular. Creo que la crisis capitalista ingresará al país y el creciente agotamiento interno que muestra su proyecto potenciarán sus contradicciones internas y lo debilitarán como proyecto hegemónico. Esto no significa que de manera mecánica surja una alternativa nacional y popular. También puede venir una alternativa por derecha. Todo esto implica para nosotros un gran desafío. Necesitamos reconstruir una alternativa nacional y popular. Una fuerza capaz de ser hegemónica en el movimiento popular. Para ello un programa de liberación nacional y social es clave. En este sentido las cinco causas son un punto de partida y por ello es necesaria su profundización. Es necesario confrontar con el kirchnerismo de manera inteligente, desenmascarar constantemente sus mentiras pero de manera objetiva, sin agredirlo. Es el pueblo el que tiene visualizar su doble discurso y su carácter manipulatorio. En la confrontación con el kirchnerismo es necesario hacerlo desde propuestas que deben ser coyunturalmente viables aunque para su realización sea necesario acumular mucha fuerza. En este sentido es de suma importancia desarrollar nuestro programa. Finalmente otro gran tema ligado a esto son las alianzas.    


FUENTE: www.jorgejustocardelli.com.ar

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