martes, 11 de octubre de 2011

Entrevista a Martín Scalabrini Ortiz

La relación con China se asemeja a la que teníamos con Inglaterra en el siglo XIX

“No hay un proceso reindustrializador”. El tercer candidato a diputado nacional del Movimiento Proyecto Sur rompe con uno de los mitos del Modelo kirchnerista y explica cuáles son los ejes de un plan de desarrollo industrial. Nieto de uno de los grandes pensadores nacionales, Juan Martín Scalabrini Ortiz es el tercer candidato a diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Movimiento Proyecto Sur. Ingeniero químico de profesión, integra el Instituto de Proyectos de Proyecto Sur. En esta entrevista hablamos sobre cómo realizar un verdadero proceso reindustrializador en el país, Causa fundamental que perseguirá el Movimiento en el Congreso que se viene.

-¿Cuál es la situación de la industria en la Argentina?
-Uno de los aspectos fundamentales en la matriz productivo-industrial es que tenemos una estructura industrial bastante primarizada, que es una herencia de la dictadura militar. Con el golpe del 76 fue implantado un modelo rentístico financiero, dándole valor adicional a las entidades financieras y empezó a destruirse la industria nacional. Durante el menemismo todo esto se profundizó a niveles astronómicos con las privatizaciones. Hoy este proceso continúa, e incluso en ciertos sectores se ha profundizado.

-¿Existe el proceso reindustrializador del que habla la Presidenta de la Nación?
-En parte. Hay algunos índices que son absolutamente positivos, como la baja de la desocupación. Se crearon algunos puestos laborales industriales hasta el año 2007, cuando empieza a haber un estancamiento en la generación de trabajo industrial.

-¿Por qué hay un estancamiento a partir de 2007?
-Porque en sectores como alimentos y bebidas, la siderurgia, la producción de armaduría automotriz, si bien se generaron índices de crecimiento alto, el valor bruto de la producción (la suma total de los valores de bienes y servicios que produce una sociedad) fue creciendo mucho más rápido que la creación de puestos de trabajo. Entonces, no generaron tanto empleo como se esperaba.

-¿Qué otros aspectos caracterizan a la matriz industrial?
-Hay un proceso de concentración y extranjerización de la economía muy fuerte: el 80 por ciento del valor agregado del producto bruto de la economía está generado por empresas extranjeras.

-Que vienen a invertir al país... -En realidad, ya estaban. Se produce una transferencia del capital nacional al capital extranjero en la década del 90 y se profundiza durante los últimos años. Es decir, los mismos sectores que en la década del 90 fueron beneficiarios siguen manteniendo su estructura y concentrándose, sobre todo en manos extranjeras. La relación con China se asemeja a la que teníamos con Inglaterra en el siglo XIX, es decir, exportamos materias primas como la soja casi en un 90 por ciento e importamos, casi en su totalidad, productos manufacturados (maquinarias y equipos, productos eléctricos). Eso incide fuertemente en la matriz productivo-industrial.

-¿Cómo se puede revertir esta situación?
-Con un plan de desarrollo industrial. El primer eje es atacar la extranjerización, principalmente modificando la Ley de Inversiones Extranjeras, que dice que el capital extranjero en nuestro país tiene beneficios adicionales al capital nacional por una cuestión de incentivos. En segundo término, deberíamos enfocarnos en una política de real sustitución de importaciones. El Gobierno está haciendo pivote sobre ese discurso de que se están sustituyendo importaciones, cuando en realidad, estamos teniendo un déficit de la balanza comercial de 5.200 millones de dólares en bienes de capital, que son los bienes industriales de alto valor agregado relacionados con la ciencia y la tecnología y trabajo calificado. En tercer lugar, hacer foco en las economías regionales. Así como hubo un proceso de concentración de capital, también hay un proceso de concentración de los factores económicos en las provincias más ricas (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe); ese polo está creciendo en mayor medida que las provincias más pobres. Eso se genera porque la lógica de concentración del capital sigue siendo la misma que durante la década del 90.


 
Después, eliminar la Ley de Entidades Financieras de la dictadura militar, que genera un impacto absolutamente negativo en todas las nuevas inversiones productivas porque prioriza la inversión financiera. Por otra parte, crear un nuevo Banco Nacional de Desarrollo, que financie a los sectores estratégicos, haciendo foco en las pymes. Este Banco Nacional de Desarrollo debería evaluar los créditos por proyectos y no según la espalda financiera de quien va a recibirlo. Debe haber también una redefinición integral tributaria, en donde empiece a pagar más el que más tiene y menos el que menos tiene. Asimismo, una redefinición arancelaria para favorecer las exportaciones con alto valor agregado y desincentivar las importaciones de bienes manufacturados del comercio exterior. Las maquinarias que podemos desarrollar en nuestro país están siendo boicoteadas, porque estamos importando material de afuera sin ningún tipo de arancel. Es lo que van a hacer los convenios de los ferrocarriles con China, que generan una nueva dependencia tecnológica porque son convenios de compra de material ferroviario llave en mano.

-En cuanto a las empresas estatales, ¿cuáles creés que se deben impulsar?
-Un proceso de industrialización debería hacer eje sobre una fuerte presencia estatal, es decir, empresas públicas. Hay dos proyectos de ley presentados por Pino Solanas, uno de ellos es la creación de una nueva empresa estatal de ferrocarriles, acompañada por la creación del Fondo de Desarrollo Ferroviario (FODEF), que se financia con reservas del Banco Central. Después hay otros tres proyectos de ley, que tienen que ver con la creación de una nueva empresa petrolera estatal federal, regular el mercado de hidrocarburos y realizar una auditoría general de nuestras reservas. La recuperación del petróleo y el gas es un eje estratégico sobre el cual debería basarse un nuevo proceso reindustrializador.

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