sábado, 19 de noviembre de 2011

Scioli: impuestazo, endeudamiento y ajuste

Por: Daniel Rapanelli


Scioli carga la crisis a los trabajadores. Si se quejan, cobran.

Scioli no perdió el tiempo a la hora de enviar a la Legislatura un presupuesto ajustador. Según el ministro de Economía, Arlía, "El presupuesto tiene en cuenta la crisis mundial, por lo tanto estamos preocupados en prever".

No se contempla allí partida alguna para aumentar los salarios públicos, de los docentes y los jubilados bonaerenses. La "ley de leyes" provincial dibuja también las cifras del déficit fiscal en 6.600 millones de pesos. En el rubro "autorización de endeudamiento", tramo crucial del presupuesto, salta la liebre: éste alcanza más de 30 mil millones de pesos. Allí se incluyen mil millones de pesos en obras, renovación de deuda externa por 700 millones de dólares y, desde luego, el aumento salarial, cualquiera sea éste.

 Tengamos en cuenta que si la provincia siguiera la pauta en boga -espantosa- del 18%, estamos hablando de 9 mil millones de pesos. De manera que las paritarias estarán cargadas directamente al déficit provincial. Hasta ahora, Scioli llegó a pagar para endeudar a la provincia la sideral tasa de interés del 12,3% en dólares.

 La crisis capitalista ya elevó las tasas y el riesgo país. El endeudamiento puede llevar a la provincia (que ya tiene 14 mil millones de dólares de deuda) a la bancarrota, pero habrá que ver si hay acceso a la banca usurera internacional.

El presupuesto oculta también la deuda de la provincia con la Nación, que ascendía en 2010 a 50.000 millones de pesos. Conclusión: el gobierno seguirá emitiendo un festival de letras y bonos, y saqueando a los trabajadores y jubilados. La "financiación" forzada, a través del Instituto de Previsión Social, forma parte del proyecto presupuestario, en línea con el gobierno nacional y su saqueo a la Anses.

Así llega el impuestazo, presentado como una profundización de la "progresividad fiscal" para disimular que la mayor presión tributaria es a los trabajadores, a la clase media y al consumo. El aumento del impuesto inmobiliario urbano (32% promedio) afectaría a 4.700.000 contribuyentes, desmintiendo el verso oficial que limita los aumentos a los sectores "pudientes". Sólo las viviendas con una valuación fiscal menor a 25.000 pesos (6 mil dólares) estarían exentas. Para las propiedades con valor fiscal superior a 150.000 pesos, el aumento sería superior al 30%. Este impuestazo está "previsto" en dos etapas, ya que en 2013 se aplicaría una recategorización (una forma de revaluación) general de las propiedades con nuevos aumentos, que podrían cuadruplicar lo que hoy se paga. El paquete también sube el valor de las patentes del parque automotor, y no sólo de aquellas de "alta gama".

Como contrapartida, el impuesto inmobiliario rural sólo aumenta un 27% promedio -cuando el valor que tributan los capitalistas agrarios es decenas de veces inferior al valor real del mercado, que subió espectacularmente como resultado del boom sojero. Este mayor gravamen es incluso parcial, porque los distritos del sudoeste bonaerense pagarían la tercera parte del aumento.

La demagogia para captar a los "progres" del Movimiento Evita y La Cámpora, que acompañaron la reelección de Scioli, es de cartón. El sabbatellismo también hizo de taparrabos de esta demagogia. Primero, porque el aumento a los ingresos brutos sobre las bebidas alcohólicas y el tabaco se va a trasladar directamente a los consumidores. Segundo, porque el mayor gravamen sobre los terrenos baldíos (la mitad de las partidas pagarán entre 30 y 62 pesos más) no le hace ni cosquillas a la especulación inmobiliaria -base de sustentación capitalista del gobierno de Scioli y las intendencias, desde Massa al "Barba" Gutiérrez. Tercero, porque también es mínimo el aumento que se aplicará a los countries, clubes de campo y clubes de chacra. La "puta oligarquía", bien gracias.

Scioli es Macri, antes y después de las elecciones. Las victorias de Jorge Macri y de los pollos de Massa sólo refuerzan la orientación social del gobernador K.

No al pago de la deuda externa provincial. Impuestos progresivos a las grandes empresas capitalistas que concentran en la provincia el 40% de la riqueza del país. Actualización del inmobiliario rural de acuerdo con los precios de mercado. Salario igual al costo de la canasta familiar. Que se dispongan las tierras fiscales y privadas ociosas para la construcción de viviendas populares, y que se destinen las partidas necesarias del presupuesto para un plan integral de urbanización y obras públicas para los asentamientos y villas.

Fuente: Po.org.ar

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